Gracias por dejarme solo cuando más creía necesitarte, ahora sé, a ciencia cierta, que ninguno de los dos somos imprescindibles.
Gracias por desnudarte de todo lo que no eres, por fallecer antes de morir y adivinar que la muerte no existe. Como dice, el que te dije: "Que la vida iba en serio, uno lo empieza a comprender más tarde; envejecer, morir, es el único argumento de la obra". Y sin embargo creo que le faltó añadir que además de ir en serio, es una gozada poder sentirla en cada uno de sus días, en cada uno de sus momentos e instantes.
Gracias por comentarme las cosas que no te gustan y las que te gustan menos que nada, cuando las lees, muchas gracias por todo, de verdad te lo digo. Nunca esperé ni esperaré nada de nadie, por eso cuando me llega al alma una reacción, tan sólo me queda agradecerle al flujo de mi historia, esas ganas de estar, de vivir y compartir.
Con el corazón en la mano te lo dejo caer: "Gracias por haber tenido el detalle de pasar un rato por mi vida". Nunca podrás acercarte a la felicidad que me diste sin ser consciente de ello.
Tal vez no lo intuyas nunca, tal vez no te vuelva a ver, si es que alguna vez te vi, pero eso es lo de menos, lo importante es saber que ya formas parte de mí y que, en el futuro próximo, habrá momentos en los que ocuparás la portada de mi vida o el primer plano cuando le explique a los que me rodean y quiero y amo en mi presente, todas las cosas buenas que me diste, porque el gozo se impone al saber que existen personas llena de vida, a pesar de las adversidades, que a todos y todas, de una u otra forma nos acechan.
Así es la vida, y puedo decir y digo que estoy muy contento de haber conocido a tanta gente maravillosa que, de una u otra manera, se han instalado en mi corazón "for ever" sin saberlo y sin ni siquiera sospecharlo. A esas gentes, les dedico hoy unas letras impregnadas de amor, un agradecimiento sin límites, porque dichas personas me han regalado momentos llenos de vida que de ninguna manera, quiero ni puedo olvidar.
Y yo que nunca quise llegar al fin del mundo cargado de prisas, hoy le agradezco a la existencia el simple y bobo hecho de haberme concedido tantos deseos hechos realidad. Por fin el laberinto empieza a descifrarse y encuentro, sin quererlo ni beberlo, la salida a esta sopa de letras que tantos dolores de cabeza me ha dado siempre.
No pertenezco a nadie, no pertenezcas nunca, la vida es un "ratito", vivir "una locura". Me encanta que estés loca o ido, yo sigo ese principio porque al final no hay nada, excepto lo vivido y lo sentido.
Y si amanece otra vez, después de haber resuelto el crucigrama o la siguiente jugada en el ajedrez, iré a buscarte, y si llueve de nuevo, seré como ese genio que acuna tus deseos desde la ignota escala que encunada te admira por tu grandeza.
Eres más grande de lo que tu mente es capaz de imaginar, así te percibí, así me va. Lo peor de juzgarse a uno o una misma , es no saber o ignorar todas esas semillas que se han plantado al azar, con amor, con el amor de verdad, deseando desde lo más profundo que todo el mundo encuentre su forma de actuar, apartándose de todas las ideas del pasado que tanto nos han hecho dudar. De aprender a desaprender todo aquello que nos irrita la conciencia.
"Se tú", dijo el poeta, no dejes que nada ni nadie condicione tu camino. Tan sólo tú, eres capaz de saber qué es lo que más te conviene, lo que más te gusta hacer. No des poderes a nada ni a nadie para que influyan en tu forma de actuar porque si no hace daño a nadie, siempre es y será la correcta.
Espero, sin esperarlo, que hayas entendido el mensaje de estas letras. Sé que sabes lo que sabes sin haberlo mencionado, por eso te tengo presente en mis pensamientos. Nunca será tarde porque no hay nada que justificar.
Al viento damos el poder, al aire que respira cada piel, para que las cosas de la vida fluyan, imitando nuestro harén. El harén de nuestros sueños, unos cuantos cumplidos, otros tantos frustrados. Lo importante es haber sido seguidores del camino que un día, si saberlo, nos marcamos.
Y si algo te atormenta, como a mi suele pasarme, no lo dudes, envíame o coméntame lo que te impide ser tú mism@. No hay nada más bello que ser uno o una mismo o misma, por sistema, o mejor dicho porque cada uno o una, somos únicos e irrepetibles, sobre todo cuando no somos tóxicos ni tóxicas para aquellos o aquellas a los que abrimos la barrera de la intimidad sin faltarle el respeto a nadie.