La despedida - Laura Mir



He despertado esta mañana con la extraña sensación de que todo ha perdido su sentido original, procura leer esto con calma para que no se disparen las alarmas, porque no es mi intención liarla.

Si me preguntas qué ha pasado, no sabría decirte. Simplemente ayer tuve un día que sin ser nada excepcional, fue fundamental pero no porque pasara nada extraordinario, sino simplemente porque careció de todo sentido, y el sinsentido mismo explosionó en un sentido más allá de cualquier impresión.

Lógicamente no pasé las pruebas, algo que ya sabíamos al principio, pero que en mi interior no daba del todo por hecho, quizá fuese la esperanza que albergó, la que me hacía verlo de otro modo. Ya sabes que la realidad tiene tres hermanas más, idénticas a excepción de un lunar, y que a veces se hace muy difícil discernirlas. Lamentablemente esta realidad está pasada de vueltas.

Las decisiones a tomar hoy, no pasan por ser o no vegetariana, coger la bicicleta en vez del bus o leer por fin el tocho literario que está aguantando la puerta de la galería para que el aire no la cierre dando un portazo y parta el cristal en mil pedazos. Son tan profundamente existenciales, que al mirarlas producen vértigo.

¿Te has sentido alguna vez así?... Imagino que sí, que te has visto sumergido en un lenguaje distinto, personal y solitario. No estoy hablando de comunicación, que para eso se precisa interactuar con otros.

Intenta por un momento para entenderme, separar a años luz de distancia ambos conceptos: lenguaje y sociedad. Entonces te darás cuenta de que estás en un planeta perdido fuera de esta galaxia, en otra totalmente desconocida, un poco más allá y hablando solo.

Así me siento y por insólito que pueda parecer, y con la destreza y rapidez que me caracteriza en hacerlas, voy con calma llenando las maletas.

Hace nueve meses, vamos un embarazo; me dijiste que era lo mejor que me podía pasar, que llenaría mi agenda, mi mundo y mi tiempo. A mi modo, sin regla alguna, cosa que está muy bien y sería ideal, si no se hubiesen creado estos axiomas que me hacen buscar lógicos teoremas con los que resolver esta desconexión existencial.

Mucho ha llovido y demasiada hierba ha crecido, pero no la suficiente como para ocultarme de la vista, los habitáculos reducidos en los que vive el personal. Estructuras encapsuladas dentro de otras estructuras más reducidas, falsamente aisladas, retraídas, egoístas y arteramente manipuladas.

Ante tanta degradación y cansada de deambular por diferentes esferas intentando desconocer por puro hastío con la esperanza de encontrar una emisión distinta y sin mayor fortuna; hemisferios basculantes, enfermos e ignorantes me rodean.

Pero aquí sigo, afirmando lo inadmisible, soportando como belleza la más absurda hipocresía, sosteniendo a los muertos como si estuvieran vivos e intentando por todos los medios obtener cierta psicopatía para que pueda aceptar a los que con tantos esfuerzos, se emplean para ser opuestos cargados de bobería, mientras en sus escuetas lucubraciones sólo consiguen y no siempre, mojar su ropa interior.

Cuestiones, cuestiones y más cuestiones, porque no hay dos dedos de frente que pueda soportarlo y porque el cuento ha cambiado por completo su sentido original… Ruego aceptes esta despedida.

Y en el bolsillo interior de mi maleta me llevo a las maravillosas personas que he conocido, en breve me pondré en contacto con ellas porque están en mi haber en estos nuevos principios.



+POPS