Llamas de libertad - Laura Mir & Alfonso Gaytán





Bajo el asedio del mundo, ahí van. Son a los que no vemos pero que sabemos que existieron, existen y existirán. Existencias sublimes que siempre pasan desapercibidas.


Ahí caminan, transformando el mundo a cuentagotas, vertiendo sangre, derramando sudor con coraje y amor. Como aquella mujer que luchando por sus derechos, perdió el derecho a vivir. O como aquel joven voluntario, cuyo nombre de pila era Sergio, que encontró la bala que sesgó su vida por salvar la de aquellos niños que jugaban próximos a las minas antipersonas, que el viento y la arena se habían encargado de acercar.


Un rebelde altruista, que a causa del dolor ajeno perdió la cordura y reposa ahora con la mente llena de agallas y las tripas llenas de plomo sobre las arenas de desiertos deshumanizados por el expolio.


Hombres y mujeres con ideas radicales en las sienes; gente que va a por todas obteniendo muchas nadas y que se juegan la piel propia tratando de crear una realidad mejor.


Recuerda al hombre, ahí está, aquel que desafió creencias y religiones, libros sagrados y sacerdotes, con tal de demostrar que no somos el centro del universo; que somos una partícula más en el vasto infinito. Recuerda a los que te dieron de pensar en la libertad y maldijeron las doctrinas de escuchar, asentir y acatar.


Mira a los libertadores, mira a los guerrilleros, a los oprimidos, a los sacrificados que ya no están, se perdieron por conseguir el gozo de la libertad de un pueblo. Mira el púrpura de su esencia desvanecerse en la historia de la tierra. Mira lo que te han dejado, y orgulloso, recuérdale a tu gente quienes fueron aunque a ciencia cierta nunca sepas sus nombres. La historia se encarga bien de olvidar.


Aprécialos, porque aunque no están, están, forman parte de nosotros porque sin más que sus manos lo dieron todo por el hermano.


Atrevidos viajaron a la velocidad de la luz, mientras el ideal se condensaba y adquiría forma, sin pensar actuaban como el corazón les dictaba.


Observa la llama que sustituye a la extinta, mírala haciendo combustión donde creías que sólo habían quedado cenizas. Mira a los hombres y mujeres hechos de ese  fuego de pasión, que nacen y explotan para dar luz al mundo. Mira el efecto fugaz de los que llegan, arden y se esfuman entre las lenguas llameantes en piras repletas de sufrimiento.


Fueron y son la esencia de la tierra, el motor que nos mueve como raza. Hombres y mujeres de fronteras infinitas y corazones libres; son los humanos que siempre han entendido la esencia de la existencia misma: Es mejor quemarse que apagarse lentamente, porque lo dan todo en su justo momento, como un sacrificio en pos de una humanidad, proyectándola hacia la hermandad.



Laura Mir y Alfonso Gaytán





Para el concurso "Fraseletreando"  




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